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7 formas en las que trabajar por cuenta propia es similar a un trabajo corporativo

Cuando se les pregunta a los trabajadores independientes por qué eligieron trabajar como autónomos, muchos responden con sentimientos como o En el centro de estas respuestas hay un objetivo común: liberarse de las limitaciones de los cubículos de oficina tradicionales.

Sin embargo, si bien es posible que los trabajadores autónomos hayan evitado el entorno de oficina convencional, no pueden evadir por completo los desafíos que dificultaron su permanencia en la empresa. De hecho, como autónomo, tienes la responsabilidad de gestionar tareas que, en un entorno corporativo, se habrían distribuido entre varios departamentos.

Al comprender esto, es crucial reconocer que ciertos elementos persisten, ya sea que seas parte del panorama corporativo o navegues en el mundo del trabajo independiente. Como tal, es aconsejable estar bien preparado para estos aspectos consistentes de la vida profesional.

1. El arte de la negociación financiera

En un entorno corporativo convencional, los empleados asalariados reciben un ingreso predeterminado junto con incrementos periódicos. A primera vista, los autónomos parecen actuar de forma muy diferente. Poseen la libertad de establecer sus propias tarifas y la libertad de ajustarlas a su discreción. Sin embargo, tras una inspección más cercana, resulta evidente que la dinámica de la negociación financiera es sorprendentemente similar tanto para los trabajadores autónomos como para los empleados corporativos.

La principal distinción radica en la frecuencia y el contexto de estas negociaciones. Los empleados tradicionales normalmente sólo negocian su salario al inicio de un nuevo trabajo o durante los ciclos de revisión del desempeño destinados a ajustes salariales. Por el contrario, los autónomos participan en estas discusiones financieras de forma más rutinaria, adaptando sus tarifas a cada cliente y proyecto.

A menos que un profesional independiente se adhiera a una estructura de tarifas rígida que se muestra públicamente en su plataforma, es probable que participe en negociaciones financieras más frecuentes en comparación con sus homólogos corporativos de tiempo completo. Por lo tanto, el ámbito de la negociación financiera no es tan dispar entre el trabajo independiente y el empleo corporativo como se podría suponer inicialmente.

2. El ciclo de la rendición de cuentas

Los autónomos suelen disfrutar de la idea de que son únicamente responsables ante sí mismos. Sin embargo, una perspectiva más matizada revela una realidad diferente. Como autónomos, respondemos ante nuestros clientes. Si bien es posible que no tengamos a alguien que supervise nuestras tareas diarias o controle nuestro progreso de forma rutinaria, cuando llega la fecha límite, los clientes anticipan los resultados.

En esencia, el profesional autónomo sigue estando en deuda con las expectativas del cliente. El incumplimiento de un plazo no es una simple cuestión de ofrecer una disculpa. Se deben proporcionar explicaciones detalladas y, en muchos casos, está totalmente justificado que un cliente reduzca la compensación debido a retrasos en las presentaciones.

Mientras que los empleados tradicionales son responsables ante sus supervisores, los autónomos son responsables ante sus clientes. El ciclo de la responsabilidad permanece intacto; sólo los individuos de los que somos responsables cambian. Por lo tanto, el ámbito de la rendición de cuentas es más parecido en el empleo independiente y en el corporativo de lo que inicialmente se percibía.

3. El peso de la responsabilidad

En un entorno corporativo, la red de seguridad de la responsabilidad compartida a menudo mitiga la carga asociada con los fracasos de los proyectos o el incumplimiento de los plazos. Dentro de esta estructura, los gerentes suelen absorber las consecuencias de los proyectos fallidos, independientemente de qué miembro del equipo haya contribuido al percance.

Por el contrario, el mundo del trabajo independiente funciona de manera diferente. Como autónomo, eres el único responsable de cualquier percance que ocurra durante el transcurso de tu trabajo. Independientemente de los detalles de su función, cuando las cosas no salen según lo planeado, usted es el único que carga con el peso de la responsabilidad.

Por lo tanto, el sentido de responsabilidad inherente tanto al trabajo independiente como al empleo tradicional es mucho más similar de lo que uno podría creer inicialmente, aunque distribuido de manera diferente.

4. Navegando por las interacciones profesionales

En un entorno corporativo convencional, los empleados navegan regularmente por una infinidad de políticas de oficina y una amplia gama de personalidades de colegas. Desde el miembro del equipo sutilmente antagónico hasta el autoproclamado experto, desde el buscador de atención hasta el favorito del gerente: si ha pasado tiempo en una oficina, probablemente los haya encontrado a todos.

Por el contrario, como autónomo, es posible que no compartas un espacio de trabajo físico con colegas, pero no estás exento de interactuar con una mezcla igualmente ecléctica de personalidades. Estos encuentros, sin embargo, se manifiestan en su base de clientes. Participe en una conversación con un grupo de autónomos y descubrirá que invariablemente surge la discusión sobre las personalidades de los clientes.

5. Adoptar jornadas laborales ampliadas

Uno podría sentirse atraído por el trabajo independiente debido al atractivo de los horarios de trabajo flexibles o la perspectiva de una jornada laboral reducida. Sin embargo, la realidad a menudo revela una imagen diferente: como autónomo, es posible que dediques más tiempo al trabajo que en tu puesto de tiempo completo.

Si bien las horas extras no son infrecuentes en el mundo empresarial, para los autónomos es prácticamente una regla no escrita. Con frecuencia se encuentran quemando las pestañas o sacrificando fines de semana para cumplir con plazos apremiantes. Lograr el éxito en el ámbito de los autónomos a menudo requiere una inversión de horas largas y exigentes.

6. Avanzar en el crecimiento profesional

Dentro del panorama corporativo, los ascensos sirven como un reconocimiento tangible de los esfuerzos diligentes y el compromiso inquebrantable de los empleados. De manera similar, los autónomos experimentan su propia versión de avance, excepto que son ellos mismos los que se lo otorgan a sí mismos.

Esta autopromoción puede adoptar varias formas, como recompensarse con merecidos descansos, elevar las tarifas para reflejar un mayor valor o captar clientes de mayor escala. Cada paso significa un hito en su crecimiento profesional.

7. Buscando mayores oportunidades

Tanto los empleados corporativos como los autónomos están constantemente buscando su próximo avance significativo, ya sea dentro de su empresa actual o en otro lugar. Esto podría incluir un nuevo puesto, empleo, beneficios o entorno laboral. Los autónomos comparten esta mentalidad mientras buscan continuamente a su próximo cliente importante.

Siempre están buscando oportunidades más grandes y lucrativas para aumentar sus ganancias. Así como los empleados no permanecen en una empresa durante toda su carrera, los autónomos no dependen de un solo cliente. Si bien es común que los autónomos tengan clientes a largo plazo, estas relaciones no son permanentes. En última instancia, pasarán a otros clientes en su búsqueda de crecimiento y éxito.

Entonces, ¿cuál es la diferencia?

Con tantas similitudes, ¿nos estamos engañando simplemente pensando que estamos mejor como autónomos? ¿La transición de un trabajo corporativo de tiempo completo a un negocio independiente es solo un cambio de escenario?

La respuesta es no.

Existe una diferencia significativa entre un trabajo corporativo a tiempo completo y uno independiente: flexibilidad y control. En un trabajo de tiempo completo, te falta flexibilidad. No puedes empezar a trabajar más tarde si deseas ir al gimnasio por la mañana, tomarte una tarde libre al azar o simplemente apagar tu computadora y salir del trabajo para recoger a tus hijos a mitad del día.

Como autónomo, entre otras cosas, tienes control sobre tus ingresos, los clientes con los que eliges trabajar y tus días y horas laborales. Lo mejor de todo es que puede aumentar sus tarifas, despedir a los clientes con los que ya no desea trabajar y encontrar más clientes mejor pagados. Tienes la libertad y el control para tomar todas estas decisiones mientras trabajas como autónomo, y esto es lo que hace que todo valga la pena.