Esperamos que este tema: Amazon: Francia impone la entrega a 3 euros para los libros, que cambiará
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Amazon y los gigantes de la web ordenaron cambiar sus prácticas
Tres euros es el precio mínimo que hay que pagar en portes por el envío de un pedido de libros inferior a 35€ en Amazon. El decreto, firmado por Rima Abdul Malek, ministra de Cultura, y Bruno Le Maire, ministro de Economía y Finanzas, fue publicado en el Diario Oficial este viernes 7 de abril y entrará en vigor seis meses después, en octubre.
Esta medida no solo preocupa a Amazon, sino a todos los gigantes del comercio electrónico, y apoya a las librerías tradicionales que no pueden igualar los precios que ofrecen estas multinacionales. Libreros independientes, que han desarrollado entregas durante los años del Covid, denuncian el costo del envío “7 a 9 — el libro, cuando Amazon tiene el suyo entregado por un centavo. “Este decreto nos permite recuperar la competencia leal”dijo el Ministerio de Cultura a Le Monde.
El gobierno intenta de nuevo regular el mercado del libro
El Gobierno ha buscado un equilibrio entre la petición del sindicato de librerías de Francia (SLF) y la de Amazon. El primero quería fijar el importe mínimo de envío en 4,50 €, mientras que el segundo defendía una tarifa de 1,49 €, por considerar que representaba el coste de envío de un libro de 500 gramos dentro de la Unión Europea. Amazon también está preocupado por “el impacto que tendrá esta medida en la lectura y en los lectores, especialmente los que viven en zonas rurales y pueblos pequeños”. Según un portavoz de la compañía estadounidense, “estos territorios a menudo no tienen librerías y ahora representan el 46% de los envíos de libros para Amazon”.
Las autoridades, por su parte, cortaron la pera en dos: al fijar la entrega en 3 €, siguieron las recomendaciones de Arcep, la autoridad reguladora de las comunicaciones electrónicas, correos y distribución de prensa. Ya en 2014, Francia intentó regular el mercado del libro en Internet, en particular prohibiendo la entrega gratuita. Pero no se había fijado un precio mínimo, lo que había permitido a Amazon, pero también a Fnac, ofrecer la entrega a un simbólico céntimo de euro. Una ley fácilmente eludida y luego duramente criticada por los profesionales del sector, que hoy acogen con satisfacción una “progreso innegable”OMS “es solo un primer paso”en palabras del delegado general del SLF, Guillaume Husson, en Liberation.