Los ciclistas rara vez están bajo el foco de atención, excepto para las campañas de paz y los viajes intercontinentales, y ciertamente no para los registros de velocidad, ya que sus máquinas manuales tienen ciertos límites de lo que pueden lograr. Sin embargo, este no es siempre el caso. Ahora, un ciclista canadiense, Ted Reichart, ha reclamado un nuevo récord de 85 mph mientras montaba en bicicleta reclinada en el desierto de Nevada. Curiosamente, dejó la competencia anual de velocidad impulsada por humanos para lograr esta hazaña en el desierto.
Reichart y su equipo de ingeniería Aerovelo confiaron en batir este récord previamente establecido desde junio pasado cuando decidieron ir en contra del récord anterior establecido por el piloto holandés llamado Sebastian Bowler. La excelencia de Aerovelo en propulsión humana no tiene paralelo en el mundo, ya que ya tenían el récord de un vehículo propulsado por humanos construido en la universidad con su bicicleta Vortex. Con eso alcanzaron una velocidad de 72.6 mph y pronto comenzaron a construir el primer helicóptero propulsado por humanos que completaron en 2013, ganando el Premio Sikorsky por ello.
Después del éxito inicial, SeroVelo comenzó a apuntar al récord mundial de velocidad humana. Fue ingeniosamente llamado Eta o el símbolo de ingeniería para la eficiencia. Primero hicieron una bicicleta de este tipo en 2012, que llamaron Bluenose y Eta es básicamente una actualización de la misma bicicleta. El Eta tiene un diseño de asiento reclinado con los pies del ciclista frente a sus cuerpos. Se ajustan dentro de una cápsula cerrada, ya que se trata de la aerodinámica del vehículo. Un monitor visual en el interior muestra la vista por delante y no un parabrisas estándar. Según las simulaciones del equipo, la nueva tecnología mejoraría su velocidad máxima en un factor del uno por ciento.
A pesar de toda la planificación, el primer viaje de Eta no salió tan bien como estaba planeado. Se cayó al momento del lanzamiento en el primer intento y dañó el carenado delantero. Ahora que se hicieron las reparaciones, el segundo intento no ocurrió debido a estas reparaciones y finalmente en la tercera ejecución, hizo historia. La pista consiste en una carrera previa de 5 millas que permite al ciclista ganar impulso con la ayuda de la gravedad. Una vez que obtienen la velocidad máxima, son juzgados por una pequeña sección de 218 metros. Reichart cubrió esta distancia en solo 5.22 segundos y superó el récord de velocidad máxima en 2.58 mph. Seguramente, esto no es una hazaña, ya que este registro es el primer tipo de registro de velocidad conocido por la humanidad, ya que se logra con la ayuda de los músculos y una ingeniería mecánica genial.