Una forma de evitar que los dispositivos electrónicos se desgasten prematuramente es apagarlos cuando no estén en uso. La mayoría de las computadoras de escritorio y portátiles también hacen esto. Los sistemas operativos populares como Windows tienen una configuración predeterminada en la que la pantalla junto con la máquina entrarán en modo de suspensión si no se detecta actividad (inactivo).
Esto prolonga la vida útil del hardware y, lo más importante, le evita una factura de energía improductiva. Sin embargo, a veces es posible que desees mantener el dispositivo activo para que ciertas tareas sigan ejecutándose, como descargar archivos, escanear en busca de malware o asegurarte de que suene la alarma.
Si desea evitar que su dispositivo Windows entre en suspensión cuando no esté en uso, siga estos pasos.
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1. Navegue hasta el Comenzar menú y abrir Ajustes.
2. A continuación, haga clic en Sistema.
3. Seleccione Poder y sueño del menú lateral.
4. Ahora, configura ambos Pantalla y Dormir a Nunca.
Ahora, la computadora permanecerá activa aunque usted no esté. Además, puede establecer una hora específica para Pantalla ya que los programas informáticos aún podrían ejecutarse normalmente sin el monitor.
Vale la pena señalar que los dispositivos portátiles como computadoras portátiles y tabletas no deben funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana debido a la tolerancia térmica limitada y pueden dañar la batería mucho más rápido. Los ordenadores de sobremesa, por otro lado, pueden afrontar mejor la situación, aunque sigue siendo una buena idea darles un poco de descanso.