La era original de Sean Connery (1962-1967, 1971)
La era original de James Bond comenzó en 1962 con el lanzamiento de “Dr. No”, presentando al público al legendario espía británico James Bond, interpretado por el carismático actor Sean Connery. Esta era es conocida por sentar las bases de la franquicia Bond y establecer los elementos icónicos que se convertirían en sinónimo del personaje.
La interpretación de Connery de Bond fue una combinación perfecta de encanto, ingenio y dureza, lo que lo convirtió en el epítome del suave agente secreto. Durante esta época, Connery protagonizó un total de seis películas oficiales de Bond, entre ellas “Desde Rusia con amor” (1963), “Goldfinger” (1964), “Thunderball” (1965), “Sólo se vive dos veces” (1967), y “Los diamantes son para siempre” (1971).
Cada película de la era original de Sean Connery solidificó aún más la reputación de Bond como un agente intrépido, además de presentar a villanos icónicos como Goldfinger y Blofeld. Estas películas también mostraron elaborados artilugios y sorprendentes secuencias de acción, que se convirtieron en un elemento básico de la franquicia Bond.
La era original de Sean Connery fue muy influyente y sentó las bases para el éxito de la serie Bond. La carismática actuación de Connery combinada con historias emocionantes y una cinematografía elegante solidificaron la posición del personaje como ícono de la cultura pop.
Vale la pena señalar que después de la quinta película, “Sólo se vive dos veces”, Sean Connery se alejó temporalmente del papel y George Lazenby asumió el papel de Bond para la película “Al servicio secreto de Su Majestad” (1969). Sin embargo, Connery regresó para una última película oficial de Bond en la era original con “Diamonds Are Forever” en 1971.
La era de George Lazenby (1969)
En 1969, la franquicia Bond experimentó un cambio breve e inesperado cuando el modelo australiano George Lazenby asumió el papel de James Bond en “Al servicio secreto de Su Majestad”. Esta fue la única película en la que Lazenby interpretó al icónico espía, lo que la convierte en una entrada única en la serie Bond.
La interpretación de Bond por parte de Lazenby se apartó de la interpretación suave y refinada de Sean Connery. Aportó un lado más rudo y vulnerable al personaje, mostrando su variedad de emociones. A pesar del escepticismo inicial tanto de los fanáticos como de los críticos sobre la capacidad de Lazenby para ocupar el lugar de Connery, logró ofrecer una actuación creíble y añadió una nueva capa de profundidad a Bond.
“Al servicio secreto de Su Majestad” cuenta la historia de la búsqueda de Bond por Blofeld, interpretado por Telly Savalas, y su romance con Tracy, interpretada por Diana Rigg. La película se destacó por su historia cargada de emociones y sus impresionantes ubicaciones alpinas. Combinó la acción y la intriga características de la serie con una narrativa más personal y conmovedora, lo que la convirtió en una entrada destacada en la franquicia Bond.
A pesar de que la película recibió críticas positivas, George Lazenby decidió alejarse del papel después de una sola película. Se han citado varias razones para su salida, incluida la influencia de su dirección y la insatisfacción personal con el puesto. Independientemente de las circunstancias, la interpretación de Lazenby en “Al servicio secreto de Su Majestad” sigue siendo un capítulo importante en la historia de la serie Bond.
Aunque George Lazenby solo tuvo una aparición como Bond, no se debe subestimar su contribución a la franquicia. Añadió un toque único al personaje y allanó el camino para futuras interpretaciones de Bond que exploraron diferentes facetas de su personalidad.
La era de Roger Moore (1973-1985)
La era de Roger Moore en las películas de James Bond se extendió de 1973 a 1985, abarcando un total de siete películas y consolidando a Moore como el actor de Bond con más años de servicio hasta la fecha. La interpretación de Moore de Bond aportó un encanto e ingenio distintivos al personaje, infundiendo a las películas un tono más ligero y cómico en comparación con sus predecesores.
La era comenzó con “Live and Let Die” (1973), que presentó al público la interpretación de Moore de Bond. El Bond de Moore se caracterizó por su suave sofisticación, su estilo impecable y su inclinación por las frases ingeniosas, que lo diferenciaron de las representaciones anteriores del icónico espía.
A lo largo de su mandato, Moore protagonizó películas memorables de Bond, incluidas “El hombre de la pistola dorada” (1974), “La espía que me amó” (1977), “Moonraker” (1979), “Sólo para tus ojos” (1981). ), “Octopussy” (1983) y “Panorama para matar” (1985). Estas películas mostraron una combinación de secuencias de acción emocionantes, lugares exóticos y artilugios extravagantes, todos característicos de la era de Roger Moore.
Una de las características definitorias de esta era fue la incorporación del humor a las películas de Bond, con el ritmo cómico y la personalidad encantadora de Moore contribuyendo al tono más ligero. Algunos críticos argumentan que este cambio alejó a las películas de una representación más seria y cruda de Bond, pero sin lugar a dudas aportó un sabor único a la franquicia.
La era de Roger Moore también es conocida por presentar chicas Bond memorables, como Jane Seymour en “Live and Let Die” y Barbara Bach en “The Spy Who Loved Me”. Además, las películas presentaron villanos icónicos como Tiburón, interpretado por Richard Kiel, creando adversarios memorables a los que Bond tuvo que enfrentarse.
Al final de su mandato, Roger Moore se había establecido firmemente como un Bond querido, dejando una marca indeleble en la franquicia. Si bien su interpretación difería de la de sus predecesores, el encanto y el carisma de Moore aseguraron que el personaje de Bond siguiera evolucionando y siguiera siendo relevante.
La era de Timothy Dalton (1987-1989)
La era de Timothy Dalton en las películas de James Bond se extendió de 1987 a 1989, y Dalton asumió el papel de Bond en dos películas: “The Living Daylights” (1987) y “Licence to Kill” (1989). La interpretación de Dalton de Bond aportó un tono más oscuro e intenso a la franquicia, alejándose de la alegría de la era anterior de Roger Moore.
El Bond de Timothy Dalton se caracterizó por un comportamiento más serio y melancólico, similar al Bond de las novelas originales de Ian Fleming. Aportó una sensación de valor y realismo al personaje, enfatizando la determinación y tenacidad de Bond en el cumplimiento de su deber como agente secreto.
“The Living Daylights” marcó el debut de Dalton como Bond y fue elogiado por su enfoque más realista y fundamentado. La película se centró en la misión de Bond de proteger a un desertor soviético y presentó temas políticos complejos en el contexto de la Guerra Fría. La actuación de Dalton fue aclamada por su intensidad y fisicalidad, mostrando un Bond más práctico y valiente.
En “Licencia para matar”, Dalton continuó mostrando su interpretación más seria de Bond. La película explora una historia más oscura en la que Bond busca venganza contra un narcotraficante que mutila a su amigo Felix Leiter. “Licence to Kill” profundizó en la vendetta personal de Bond, destacando su vulnerabilidad emocional y su voluntad de llegar a extremos para lograr justicia.
Si bien la era Dalton recibió elogios de la crítica por su regreso a un Bond más realista y fundamentado, enfrentó desafíos en términos de éxito de taquilla. Las películas tuvieron una recepción comercial mixta y se estrenaron durante una época de cambios en los gustos de la audiencia y competencia de otras franquicias de acción.
A pesar del mandato relativamente breve de Timothy Dalton como Bond, su interpretación dejó un impacto duradero en el personaje. Allanó el camino para una interpretación de Bond más seria y matizada que se desarrollaría aún más en épocas futuras.
La era de Timothy Dalton marcó un cambio hacia un Bond más oscuro e introspectivo, mostrando al personaje bajo una luz diferente y preparando el escenario para la evolución continua de la franquicia.
La era de Pierce Brosnan (1995-2002)
La era de Pierce Brosnan en las películas de James Bond se extendió de 1995 a 2002, rejuveneciendo la franquicia con una interpretación pulida y suave del icónico espía. La interpretación de Brosnan aportó una mezcla de carisma, encanto y acción al personaje, cautivando al público de todo el mundo.
Brosnan hizo su debut como Bond en “GoldenEye” (1995), que marcó un importante punto de inflexión para la franquicia. La película introdujo un Bond modernizado para los años 90, combinando los elementos tradicionales de la serie con temas y técnicas de narración contemporáneos.
“GoldenEye” fue aclamada por la crítica por sus dinámicas secuencias de acción, su atractiva trama y la interpretación de Brosnan como Bond. Revitalicó con éxito la franquicia, obteniendo éxito tanto comercial como de crítica. La película estableció a Brosnan como un digno sucesor del papel y preparó el escenario para sus siguientes películas de Bond.
A lo largo de su mandato, Brosnan protagonizó tres películas más de Bond: “El mañana nunca muere” (1997), “El mundo no es suficiente” (1999) y “Muere otro día” (2002). Estas películas mostraron un equilibrio entre acción emocionante, espionaje y el ingenio característico de Bond.
La era Brosnan es conocida por sus tramas de alto riesgo, con villanos megalómanos y amenazas globales. Las películas también mostraron la evolución de las relaciones de Bond con chicas Bond fuertes e independientes, incluidas Famke Janssen como Xenia Onatopp, Sophie Marceau como Elektra King y Halle Berry como Jinx Johnson.
La interpretación de Brosnan aportó un nivel de sofisticación y refinamiento a Bond, combinando a la perfección los elementos clásicos del personaje con un toque contemporáneo. Encarnaba al suave agente secreto con su estilo impecable, su seco sentido del humor y su capacidad para manejar cualquier situación peligrosa con facilidad.
Si bien la era Brosnan fue en general bien recibida, la franquicia también enfrentó críticas por depender en gran medida de escenas de acción elaboradas y efectos CGI. Sin embargo, las actuaciones de Brosnan y la calidad general de las películas solidificaron su lugar como uno de los actores de Bond más memorables.
La era de Pierce Brosnan marcó un capítulo exitoso en la historia de la franquicia Bond, combinando elementos clásicos de Bond con un toque moderno. La interpretación de Brosnan añadió un nuevo encanto y sofisticación al querido personaje, dejando una huella duradera en la serie.
La era de Daniel Craig (2006-presente)
La era de Daniel Craig en las películas de James Bond comenzó en 2006 con el estreno de “Casino Royale”. La interpretación de Craig de Bond aportó un toque valiente y realista al personaje, redefiniendo al espía para una nueva generación. Esta era marcó un alejamiento del Bond suave y sofisticado del pasado, introduciendo un agente más vulnerable e introspectivo.
“Casino Royale” sirvió como reinicio de la franquicia, explorando la historia del origen de Bond y sus inicios como espía. La película recibió elogios de la crítica por su interpretación realista del espionaje, sus intensas secuencias de acción y la profundidad que Craig aportó al personaje. Mostró un Bond más crudo y emocional, despojado de los excesos cinematográficos de épocas anteriores.
Craig continuó encarnando a Bond en películas posteriores, incluidas “Quantum of Solace” (2008), “Skyfall” (2012), “Spectre” (2015) y “No Time to Die” (próximamente, 2021). Estas películas profundizaron en la psique y las luchas personales de Bond, pintando una imagen más compleja del personaje icónico.
La era de Daniel Craig introdujo un enfoque más fundamentado y valiente en la franquicia Bond. Las películas se centraron en el desarrollo del personaje, explorando las consecuencias de las acciones de Bond y el precio que le cobra la naturaleza a menudo peligrosa y aislante de su trabajo.
La interpretación de Craig también elevó los papeles de chica Bond, con actrices como Eva Green, Naomie Harris y Léa Seydoux aportando profundidad y complejidad a sus personajes. Las películas mostraron la evolución de las relaciones de Bond, destacando asociaciones y conexiones emocionales más igualitarias.
Uno de los aspectos definitorios de la era Craig fue su énfasis en la continuidad y un enfoque más serializado de la narración. Las películas estaban más interconectadas, proporcionando una narrativa general que profundizó los arcos de los personajes y creó un universo Bond cohesivo.
La era de Daniel Craig ha sido muy apreciada por su narración convincente, actuaciones impresionantes y una visión más sólida del personaje icónico. La interpretación de Craig ha recibido elogios de la crítica y ha atraído tanto a los fans de Bond desde hace mucho tiempo como a una nueva generación de espectadores.
A medida que la era de Daniel Craig llega a su fin con “No Time to Die”, sin duda dejará un impacto duradero en la franquicia Bond. Ha reinventado con éxito el personaje para una audiencia moderna y ha superado los límites de lo que puede ser una película de Bond.
Bono: las películas no oficiales de James Bond
Además de las películas oficiales de James Bond, existen un puñado de películas no oficiales que se realizaron fuera de la franquicia oficial de EON Productions. Estas películas, a menudo denominadas “no oficiales” o “no canónicas”, presentaban a diferentes actores que interpretaban a Bond y exploraban interpretaciones únicas del personaje icónico.
Una película no oficial de Bond notable es “Nunca digas nunca jamás” (1983), protagonizada por Sean Connery. Aunque presenta a Connery retomando su papel de Bond, la película no se considera una entrada oficial a la franquicia debido a complicadas cuestiones de derechos. “Never Say Never Again” ofrece una versión alternativa de la historia de “Thunderball” (1965), mostrando el regreso de Connery al personaje después de más de una década.
Otra película no oficial de Bond digna de mención es “Casino Royale” (1967), una parodia cómica protagonizada por David Niven como Bond. Esta película alegre y ridícula parodiaba la franquicia Bond, presentando un elenco coral y una trama caprichosa que se desviaba significativamente de la novela original de Ian Fleming.
Otras películas no oficiales de Bond incluyen “Casino Royale” (1954), una adaptación televisiva que presenta a Barry Nelson como una versión americanizada de Bond, y “Never Say Never Again”, una nueva versión de “Thunderball” protagonizada por Connery. Estas películas brindan una visión interesante de las diferentes interpretaciones del personaje y la popularidad duradera de James Bond más allá de la franquicia oficial.
Si bien estas películas no oficiales de Bond pueden no considerarse parte del canon oficial, se han convertido en parte del legado más amplio de Bond. Ofrecen una perspectiva única del personaje y sirven como testimonio del atractivo duradero y la importancia cultural de James Bond.
Vale la pena señalar que las películas oficiales de Bond producidas por EON Productions son las representaciones definitivas del personaje y la historia. Sin embargo, las películas no oficiales de Bond siguen siendo curiosidades intrigantes y entretenidas que ofrecen una perspectiva diferente del mundo de James Bond.