Si bien nunca hemos tenido acceso a tanta información, paradójicamente obtener información se ha vuelto más complejo que antes. Entre burbujas de filtros, fake news y contenidos orientados, abrirse al descubrimiento y lograr formarse una opinión sin caer en acalorados debates no es fácil. Hace 4 años cuando se lanzó, Flint ya tenía el objetivo de facilitarte la consulta de información de calidad. Benoit Raphaël, su fundador, lanzó ayer la nueva versión de su servicio que refuerza aún más este deseo. Ahora puede redactar su periódico usted mismo y beneficiarse de los virtuosos algoritmos de la plataforma para repensar la forma en que se mantiene informado. Quieres saber más ? Benoit Raphaël participará en la mesa redonda online Inteligencia Artificial: El lugar de la IA en la cadena de valor de la información y los contenidos el jueves 24 de junio durante el evento Inbound Marketing France, del que somos partner.
Para los que aún no lo conocen, ¿puedes presentarles el proyecto Flint?
Flint es un explorador de información. Basada en inteligencia artificial y colectiva, envía cada día desde hace 4 años una selección personalizada de artículos de calidad en forma de newsletter. Su objetivo es ayudarnos a informarnos rápidamente de forma relevante. Mientras nos protege de la sobreinformación, la desinformación. Y ayudándonos a salir de nuestra burbuja de información.
La inteligencia artificial se basa en el análisis del comportamiento de más de 20.000 expertos verificados por nosotros en Twitter con millones de piezas de contenido y a través de la educación colectiva de la comunidad de Flint. Todos los días, más de 400 de nuestros clientes educan a Flint y su flota de robots para entrenar su cultura general.
¿Cómo ha evolucionado en estos 4 años?
Ha evolucionado con su comunidad de 22.000 lectores, profesionales y/o aficionados a la información, todos ellos llegados de boca en boca. El proyecto fue co-construido con esta comunidad, tanto para nuestros servicios comerciales como para la oferta de suscriptores individuales. Una comunidad muy comprometida, que ahora posee el 30% del capital desde nuestra recaudación de fondos en 2020 de nuestros suscriptores. Y con quien intercambio todos los domingos, pero también en la plataforma Discord. Es la calidad de esta conversación en curso lo que ha permitido que Flint evolucione.
La crisis sanitaria, que también fue una crisis informativa, ha reforzado nuestras convicciones y la misión social de la empresa. Esta semana, una encuesta de IFOP para Flint, destacó un reporte muy degradado de nuestros conciudadanos frente a la información. El 91% de los franceses considera que dentro de la sociedad ya no es posible debatir sin que se convierta en un diálogo de sordos, o incluso en una confrontación. Mientras que más de 1 de cada 7 franceses dicen estar “abrumados por la noticia”. También se señala la información en sí, ya que el 59% de los franceses cree que es una fuente de estrés o incluso de depresión.
Es esta observación la que motivó el lanzamiento de nuestra nueva plataforma el jueves 16 de junio (Nota del editor: ayer). La simple carta se ha convertido en un periódico para componer uno mismo, del que somos redactor o redactor jefe. La nueva plataforma combina algoritmos virtuosos y secciones educativas para salir de su burbuja informativa y debatir sin pelear. También hemos desarrollado nuestra oferta para empresas: servicios a medida con Flint Intelligence. Es una oferta que permite crear robots sobre un tema, un sector de actividad, una tendencia, gracias a una tecnología reforzada específicamente para adaptarse a las necesidades de precisión e identificación de señales débiles de los clientes.
El boletín experimentó un fuerte resurgimiento del interés al mismo tiempo, pero con un toque a menudo muy personal. ¿Cómo puede la IA compensar esta falta de carácter que puede inculcar un autor o un periodista?
Para que la información sea relevante, el vínculo de confianza entre el remitente y el consumidor debe ser fuerte. Esto también se aplica a los algoritmos de recomendación. ¡Y no podemos decir que este sea el caso de las redes sociales! Los robots Flint han sido pensados y diseñados para que parezcan empáticos, accesibles y transparentes en su uso. Todo el mundo puede entrenar a su propio robot, como un tamagochi, y es responsable de ello. Esta interactividad, combinada con el fuerte enfoque comunitario de Flint, crea un vínculo emocional entre la máquina y los humanos.
Flint pone mucho énfasis en una combinación inteligente de inteligencia humana y artificial. ¿Se ha vuelto necesario mezclar los dos mundos con la proliferación de información disponible y los sesgos de muchos algoritmos?
Sí, porque la tecnología está al servicio de los humanos, y no al revés. Estoy convencido de que hay que humanizar la tecnología. Además, en la nueva plataforma, combinamos columnas educativas escritas por periodistas y expertos. Apostamos por la IA/colaboración humana para renovar nuestra relación con la información.
¿Es la personalización de los contenidos ofrecidos, en particular gracias a la IA, un paso necesario para satisfacer a quienes desean estar informados?
La personalización es clave. Pero más que la personalización, lo que importa es la relevancia. Hay tanto contenido que la información se ha convertido en un verdadero caos, lo que dificulta el descubrimiento mientras que, dada la situación actual, en este mundo que acelera rápidamente, debemos seguir siendo visionarios. Pero esta observación negativa no debe hacernos olvidar que hay mucha más riqueza y diversidad en las noticias que antes. Es el desbordamiento lo que crea confusión y fatiga. Y que desarrolla lo que se llama el famoso FOMO, el “miedo a perderse algo”, es decir, el miedo a perderse algo. Frente a la máquina que multiplica las fuentes de información y nos deja con la sensación de estar abrumados sin estar mejor informados, necesitamos otra máquina, hecha de algoritmos virtuosos, que nos devuelva el poder sobre la forma en que nos informamos. No podremos resolver la cuestión de ordenar la información por exhaustividad, sino por calidad. Por eso los algoritmos de Flint no se basan en la semántica sino en un análisis más sutil, digamos psicosocial, de la información, y por eso apela a la inteligencia de cada uno (quien interactúa con su robot) y a la inteligencia colectiva, para centrarse en la relevancia.
¿Cómo evitar la deriva de la burbuja del filtro?
Este es el riesgo inherente a los algoritmos de personalización. El camino es largo, pero Flint intenta contrarrestar este sesgo actuando sobre tres palancas:
El robot siempre trata de traspasar las barreras de la personalización (en particular la semántica) para sorprender al usuario y llevarlo a otros territorios. Se hace hincapié en la diversidad de fuentes. El etiquetado de información que hemos puesto en marcha (al igual que en un producto alimenticio) permite buscar un equilibrio entre fuentes “nutritivas”, si se me permite decir más diversificadas: diversidad de países, de opiniones, conocimientos técnicos o científicos. Inteligencia colectiva: el entrenamiento de la IA por parte de todos aumenta la precisión de toda la IA. Y cada miembro de la comunidad interactúa con los demás. Una dimensión que reforzaremos en los próximos meses.
Descubre la nueva versión de Flint