Cuando se lanzaron hace unos meses, los AirTags fueron vistos por muchos como la respuesta milagrosa para nunca volver a perder las llaves o la billetera. Pero si el rastreador de Apple quería ser la solución contra la pérdida de objetos, los usos -ilegales- también eran posibles.
En las primeras semanas posteriores a la comercialización de estos pequeños rastreadores, la policía informó de numerosos casos de personas rastreadas con AirTags ocultos. En general, estos delitos se cometieron por dos razones principales.
El primero fue el robo. Los delincuentes colocaron un AirTag en el auto con el fin de conocer la ubicación de este último y aprovechar un momento de calma para acercarse y robárselo. La otra opción, que lamentablemente es igual de común, se refiere al seguimiento de las propias personas.
De hecho, muchos ex novios, al tener dificultades para aceptar su separación, han decidido estar al tanto de las más mínimas acciones y gestos de sus excompañeros. Si este comportamiento es totalmente ilegal, ahora se están llevando a cabo muchos procedimientos legales para encontrar a las personas en el origen de este rastreo dirigido.
Prisión para el acusado
Acaba de caer un primer veredicto, y la justicia británica se ha mostrado intransigente ante este tipo de delitos. En efecto, el cuarentón detrás de este acto admitió los hechos, él que le había explicado por SMS a su exnovia que era “capaz de seguirla a todas partes”.
Según información del Daily Mail, la culpabilidad del hombre estaba fuera de toda duda, por lo que el tribunal decidió castigarlo con una pena de prisión. Dado que se encuentra en prisión preventiva en espera de su juicio, lo más probable es que sea puesto en libertad en los próximos días, a pesar del veredicto.
El fiscal también había pedido al tribunal que emitiera una orden de restricción para el acusado. Este último nunca más debe volver a tener contacto con su ex novia, con quien compartió su vida durante 10 años. Respecto a esta última, explicó en el bar que rompió con el imputado en 2020, pero que este último no había dejado de llamarla y enviarle mensajes de texto desde entonces.
Creada por Apple poco después del lanzamiento de las AirTags, la demandante había recibido notificaciones de Apple explicando que seguramente la estaban siguiendo. Luego no prestó atención a estos mensajes pensando en un “error” en su iPhone.