El 18 de abril de 2008 mi padre murió de cáncer. Siempre es un dÃa triste para recordar, pero cada año que pasa me esfuerzo por honrarlo haciendo que cada dÃa sea mejor que el anterior. Sé que eso es lo que él hubiera querido y me gustarÃa dedicarle el post de hoy. EscribÃ…
El 18 de abril de 2008 mi padre murió de cáncer. Siempre es un dÃa triste para recordar, pero cada año que pasa me esfuerzo por honrarlo haciendo que cada dÃa sea mejor que el anterior. Sé que eso es lo que él hubiera querido y me gustarÃa dedicarle el post de hoy. Escribà esta publicación de blog hace años, pero la actualicé para este año y todavÃa me hace muy feliz cuando la leo y pienso en él. ¡Disfrutar!
No pasa un dÃa sin que piense en mi padre. La cosa más pequeña me recuerda a él, y cuando eso sucede me siento triste y agradecida.
Mi padre fue una parte importante de mi vida y hoy sólo tiene sentido hablar de él. Esto es especialmente cierto porque me enseñó muchas lecciones financieras importantes que me ayudaron a convertirme en la persona que soy hoy.
Si no fuera por mi papá, probablemente estarÃa al menos un poco peor con el dinero. Creo que probablemente serÃa un poco peor en muchas cosas si no fuera por él.
Realmente no pensé en las lecciones financieras que me enseñó cuando era más joven, pero estoy muy feliz de haber podido aprender tantas cosas valiosas de él. Hasta el dÃa de hoy todavÃa recuerdo las pequeñas cosas que compartió y me enseñó, y me ayudan a seguir aprendiendo más de él. Es una sensación de locura seguir recordando cosas a pesar de que han pasado años desde su fallecimiento.
Por esta razón, creo que es fundamental enseñarles a sus hijos valiosas lecciones financieras. Mi padre me contó muchas cosas sobre el dinero, pero las mejores lecciones las observé al observar cómo administraba su dinero mientras vivÃa la vida que querÃa. Enseñar a sus hijos sobre el dinero les ayudará a crecer y poder hacer mejores presupuestos, comprender las inversiones, saber cómo ahorrar dinero y más. Sé esto por experiencia personal.
A continuación se detallan algunas de las muchas lecciones financieras excelentes que me enseñó mi padre.
Mi padre me enseñó que podÃa permitirme viajar.
Una de las lecciones financieras más importantes que me enseñó mi padre fue que puedo permitirme viajar.
Además de su familia, las otras cosas que mi padre amaba en la vida eran viajar y los aviones (tenÃa licencia de piloto y trabajó para aerolÃneas casi toda su vida; de ahà mi reciente broma del DÃa de los Inocentes: ¡Nos mudamos en un avión!, en realidad me engañó). bastantes personas porque conocÃan este hecho sobre él). Viajó por todo el mundo y siempre se aseguró de incorporar los viajes a su vida en todas las formas posibles, y de esto he creado muchos recuerdos maravillosos.
TodavÃa recuerdo que me llevó a Disney World TODO EL TIEMPO (¡me encantó!). Nos llevó en aviones pequeños y me lo pasé muy bien sentado en el aeropuerto. Soy uno de esos bichos raros a los que les encanta estar en el aeropuerto.
A mi papá le encantó cada parte del viaje y eso me lo transmitió a mÃ.
Creó cientos de álbumes de fotografÃas de sus viajes, que todavÃa miro con regularidad. También encontré recientemente un diario de viajes que llevaba en el que enumeraba todos los lugares increÃbles a los que viajó.
Si crees que mi padre era rico, no lo era. En lugar de eso, trabajó con su presupuesto y encontró maneras de incluir viajes emocionantes porque viajar era importante para él. Esto significa que probablemente optó por menos de lo que algunas personas creen posible, cuando en realidad ganó mucho más presupuestando el viaje.
No vivÃamos en una casa enorme ni tenÃamos cosas lujosas. De hecho, crecimos viviendo en apartamentos pequeños y baratos porque él odiaba absolutamente el trabajo en el jardÃn y el mantenimiento de la casa, por lo que le gustaba vivir en un apartamento porque significaba que un propietario se encargaba de todo eso.
Compró un Camaro nuevo en 1984 (era su bebé) y lo condujo hasta unos meses antes de morir en 2008. No le importaban los muebles, la electrónica ni nada más. A menudo trabajaba muchas horas, nunca dejaba de trabajar, siempre tenÃa un presupuesto, siempre ahorraba dinero y más.
Le interesaban los viajes y administraba su dinero lo suficientemente bien como para viajar siempre que podÃa.
Me enseñó que no es necesario gastar mucho dinero en cosas materiales.
Mi padre era extremadamente frugal. Casi nunca iba a comprar para sà mismo, aparte de cosas como zapatos de trabajo nuevos (eso es literalmente todo lo que recuerdo que compró para sà mismo, y eran de Kmart).
Mi padre siempre vestÃa bien, pantalones con un bonito jersey o camisa. De hecho, tuvo exactamente el mismo guardarropa desde que lo conocà (ni siquiera estoy bromeando, era literalmente la misma ropa). No tenÃa ni un solo par de jeans, ni una sola camiseta, ni nada por el estilo.
Gastó muy poco dinero en ropa y eso me lleva a lo siguiente:
Mi padre no desperdició casi nada. Probablemente no se dio cuenta en ese momento, pero mi padre apoyaba el movimiento ecológico.
Usaba camisas hasta que se desintegraban, le encantaba encontrar muebles al costado de la carretera (todavÃa me hace reÃr pensar en cómo era nuestra sala de estar: un revoltijo de hallazgos aleatorios en la calle) y casi nunca desperdiciaba nada.
Cuando era niño me avergonzaba el aspecto de nuestra casa, pero ahora lo entiendo completamente.
Mi padre no valoraba los muebles ni las cosas materiales, valoraba las experiencias.
Me enseñó a no vivir de sueldo en sueldo.
Mi padre querÃa tener un presupuesto. Casi todos los dÃas revisaba su presupuesto y su chequera. Trabajar para aerolÃneas significaba que lo despidieran de vez en cuando y lo recontrataran una y otra vez.
Por ello, siempre se aseguró de planificar bien su dinero.
Siempre tuvo un fondo de emergencia, gastó menos dinero del que ganaba y siempre se aseguró de invertir todo el dinero que pudo para su jubilación.
Mi padre hizo todo lo posible para asegurarse de que no tuviéramos que preocuparnos por el dinero o quedarnos sin todo lo que necesitábamos cuando éramos niños. Es una caracterÃstica de él que me encantó. Incluso cuando lo despidieron, nunca actuó como si fuera gran cosa porque siempre estaba preparado.
Me enseñó que el crédito se puede utilizar a mi favor.
El tema de las tarjetas de crédito y el crédito surgió mucho cuando era más joven.
Recuerdo que un dÃa estaba con mi papá y vi lo que pensé que era un anuncio fraudulento de tarjetas de crédito. Yo era muy joven y dije: “¡Nunca tendré una tarjeta de crédito!”.
Mi padre me dijo que si las usaba correctamente, las tarjetas de crédito podrÃan usarse a mi favor. Aunque era joven, él me enseñó a usar tarjetas de crédito y ahora las uso regularmente para ganar grandes recompensas y bonificaciones.
¡Gracias papá por otra gran lección sobre el dinero!
Mi padre me enseñó que el dinero no tiene por qué limitarte.
De todas las lecciones sobre dinero que me enseñó, esta última es probablemente la más importante.
Aunque mi padre murió demasiado joven, vivió con un presupuesto limitado y ahorró para una pensión que nunca tuvo, realmente creo que todavÃa era capaz de vivir la vida como querÃa. Cuando le dijeron que solo le quedaban unos dÃas de vida, nunca se detuvo en el pasado ni dijo que deseaba haber hecho algo diferente para vivir una vida mejor.
Pudo viajar por todo el mundo y visitar muchos, muchos paÃses. No estoy seguro de cuántos paÃses visitó, pero sé que fueron más de 50.
Creo que la lección más importante sobre el dinero que aprendà de mi padre es que el dinero no tiene por qué controlarte. Aunque nunca sabrás cuándo será tu último dÃa, aún puedes ahorrar y gastar tu dinero sabiamente mientras vives la vida que deseas.
Demasiadas personas creen que no pueden llevar una buena vida con un presupuesto limitado. Pero esto no es cierto en absoluto. Aún puedes vivir una gran vida mientras administras tu dinero y vives sin arrepentimientos.
¿Qué lecciones financieras te enseñaron tus padres? ¿Qué lecciones financieras se asegurará de enseñarles a sus hijos?