En una medida que molestará a muchos y sorprenderá a muy pocos, Olympus está vendiendo su negocio de cámaras a una empresa de inversión. En resumen, Olympus, una marca querida que ha estado fabricando cámaras desde 1936, ya no está en la industria de las cámaras.
La división de cámaras de Olympus había sobrevivido a varias catástrofes en los últimos años, incluidos varios escándalos contables, uno de los cuales condujo a una multa de 646 millones de dólares, que algunos pensaron que podrían perjudicar irreversiblemente a la empresa. Hace un año se informó que la rama de fotografía de Olympus había incurrido en pérdidas por 157 millones de dólares y en noviembre se rumoreaba que Olympus estaría vendiendo su división de cámaras en tan solo ocho meses.
Apenas siete meses después de negar cortésmente estos rumores, el negocio de cámaras de Olympus está en proceso de venderse a Japan Industrial Partners. The Verge informa que se espera que este acuerdo se complete a finales de este año. El valor de la venta aún no se ha anunciado, pero los detalles se aclararán cuando se firme el acuerdo definitivo a finales de septiembre.
El anuncio de Olympus detalla algunos de sus esfuerzos anteriores para contrarrestar la dramática reducción de la industria de las cámaras que ha sido efectivamente diezmada por el auge de los teléfonos inteligentes, la saturación del mercado y la falla en la producción de equipos que se integran a la perfección con un mundo cada vez más en línea.
Olympus confía en que JIP “utilizará la tecnología innovadora y las capacidades únicas de desarrollo de productos que se han desarrollado dentro de Olympus, y logrará un crecimiento continuo del negocio al brindar mejores productos y servicios a los usuarios y clientes”. De hecho, mientras Olympus se deshace de sus equipos de fotografía de consumo, la producción continuará bajo nuevos propietarios. La nueva empresa “mantendrá la investigación y el desarrollo” y “continuará ofreciendo productos de alta calidad y altamente confiables”.
El anuncio también describe la estructuración de reformas para hacer que el nuevo negocio sea “rentable y sostenible”, y uno imagina que esto puede implicar la pérdida de puestos de trabajo, el cierre de oficinas y la reducción de la producción.
Si bien las cámaras con el nombre de Olympus parecen estar listas para continuar en el futuro inmediato, esto marca un día increíblemente triste en la industria de las cámaras. ¿Qué deparan los próximos años para los nuevos inversores y cuál debería ser su estrategia? Deje sus pensamientos en los comentarios a continuación.
